En este asunto de la atribución de El Coloso, se echan de menos análisis que se refieran al contenido y significado de la imagen y su posible coherencia o no con las motivaciones profundas de Goya. Los análisis estilísticos y técnicos no son suficientes.
Como demuestro en mi libro "Goya y las Pinturas Negras desde la psicología de Jung", El Coloso reproduce una imagen de carácter arquetípico que es totalmente coherente con la vida inconsciente de Goya durante los años de la guerra. Así la masa de gente en movimiento caótico es un símbolo muy conocido de la activación de la energía inconsciente. Respecto al gigante, suele simbolizar principios inconscientes en estado muy primitivo y cargados de una gran energía (pueden referirse al arquetipo de la sombra, del uno-mismo, etc.).
Las obras de arte no se agotan en su dimensión técnica y estilística, sino que recogen casi siempre la vida interior del artista. En las obras de auténtica categoría esa dimensión simbólica-inconsciente coincide con algunas de las claves irracionales de la vida social y colectiva.
No debería olvidarsae esta dimensión cuando se trata de modificar la atribución de una obra como la que estamos tratando.
La Guerra de Independencia produjo en Goya una importante crisis personal por cuanto removía en su interior una problemática íntima que no había podido resolver desde los primeros años de su juventud, y que estaba en relación con la forma de enfrentar el propio instinto. El Coloso refleja, a través del símbolo, la fuerte conmoción interior experimentada por Goya debido a los hechos de la guerra. Pero también es la expresión de una situación colectiva que afectaba inconscientemente a todo el pueblo llano de aquella sociedad.
Un pintor como Asensio Juliá no tiene en toda la producción suya que conocemos, ninguna obra con una profundidad simbólica que se acerque ni de lejos a la que apreciamos en El Coloso. Estoy convencido de que es imposible que esta obra saliera de su imaginación.